14 septiembre 2007

10 septiembre 2007

Las Aspas Blancas


El otro día viví una de las experiencias más increibles de mi vida. Soy una chiflada de los molinos. Estábamos en la Alpujarra Granadina y de vuelta a casa pasamos por un campo plagado de molinos. Paramos el coche y yo fui corriendo con la cámara hacia ellos.
Eran tan grandes, imponentes, que me sentía una hormiga al lado de ellos. Era increible. Todo estaba desierto, solo aquellos molinos en constante movimiento proporcionaban algo de alivio a un paisaje completamente angosto. Cuando terminé de sacar fotos me tumbé en el suelo de tierra justo debajo de aquel enorme molino. Estaba atardeciendo. Las aspas daban vueltas unos metros por encima de mí.... parecían enormes cuchillos rebanando el aire y sólo por unos segundos parecían estar a punto de alcanzarme. Miraba al cielo y escuchaba un constante sssshhh ssssshhh que relajaba en parte una mente que se debatía entre el miedo y la diversión. Es difícil de explicar lo que sentí, solo puedo asegurar que disfruté mucho y que tengo intención de repetir.