Hoy es el día en el que voy a desatar mis sentimientos. Hoy voy a expresar todo lo que me ronda por la cabeza.
Tengo 24 años y hace unos meses comencé un camino nuevo que no se donde me llevará. He hecho un paréntesis en mi vida profesional y en mi vida personal para perseguir ... ¿un sueño? Quien sabe...
Hacía ya un tiempo que me di cuenta de que mi trabajo empezó a dejar de llenarme. Tengo que decir que en gran parte por mis condiciones laborales. No me sentía valorada.
Estaba trabajando en una empresa, como diseñadora gráfica. Me encanta mi trabajo, pero a veces puede ser muy desagradecido. Es más, encerrar la creatividad en horarios de 8 a 1 y de 3 a 6 es algo casi antinatural. Un espiritu creativo se marchita bajo estas circunstancias en gran parte. Es inevitable, el mundo esta hecho así.
Las personas que se dedican al diseño pueden entender la sensación de frustración que se siente cuando nadie más que tu siente su trabajo tan ligado a si mismo como una madre puede estar ligada a su hijo. Yo no hago diseños, yo doy a luz diseños... Esto es algo complejo de comprender dentro de una dinámica de empresa, donde se lleva un ritmo de trabajo vertiginoso.
Supongo que esto le pasará a muchos profesionales, aun así yo no me quise conformar con esa sensación de vacío. Se pasan muchas horas trabajando como para ignorar la idea de que no somos felices haciendo, en mi caso, lo que mas nos gusta. Hay gente que compensa ese vacio con dinero. Yo personalmente no soy capaz de suplirlo con eso. Tampoco me han hecho las ofertas de mi vida.
A medida de que el tiempo pasaba, empece a madurar la idea de cambiar de rumbo. Es una decisión difícil. Resulta más cómodo seguir la inercia en la que nos vemos envueltos. Yo también tuve tentaciones de acomodarme. La vida es bastante ingrata ya como para buscarse complicaciones extra. Pero no podemos quejarnos de la vida si al menos no intentamos darle la vuelta. Asi que hice un break. Volví sobre mis pasos para convertirme en estudiante de nuevo. Decidí perseguir el sueño de convertirme en fotografa. A veces me pregunto si en realidad es mi sueño serlo. Diría más, mi sueño es combinar mis dos pasiones, el diseño y la fotografía.
Tomar esta decisión me ha sumido en un torbellino de sensaciones. Es casi como estar menopáusica ( si supiera lo que se siente, claro) Hoy necesito descargar todo ese cúmulo de "energias" para liberarme aunque sea un poco y para analizarme a mi misma.
Los sentimientos que experimento están totalmente encontrados en muchos casos: Vertigo, inseguridad, entusiasmo, desesperación, satisfacción, impotencia, generosidad, egoismo, nervios, derrota, mucha soledad, miedo, iniciativa, imaginación, claustrofobia, tristeza, más soledad, interés, estímulo, capacidad de conmoverse, impaciencia, frustración, orgullo, valor, cobardía, ánimo, desánimo, pereza, cariño, ansiedad, .... En fin, un monton de sentimientos que revolotean por mi interior.
Me encanta la fotografía. Creo que puedo ser buena profesional, una vez a la semana, y los otros 4 días tengo miedo de no ser capaz. A veces esto me hace sentir sola. Pero otras veces la gente me anima ( Gracias Ricardo por tu apoyo incondicional, y a la gente que está cerca de mi en lo bueno y en lo malo) y me dice que lo voy a lograr y entonces recupero la fuerza. Pero este es un camino que he de hacer sola y no quiero usar de combustible el apoyo de los demás sino ser yo mi propia gasolina.
Mi objetivo es que en estos dos años transforme los sentimientos negativos en positivos. Creo que esta experiencia me hará crecer como persona, no solo como profesional. Es un trance que tengo que vivir, y solo Dios dirá si alcanzaré mi meta o no. Una cosa está mas que clara, al menos tenía que intentarlo... asi que.... un aplauso para todos aquellos que se atreven en la vida.
16 febrero 2006
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