Todos somos importantes, al menos para nosotros mismos, pero para respetarse a uno mismo, se necesita el valor de decir claramente lo que a uno le disgusta y ademas se precisa de la fuerza para luchar contra aquello que uno considera injusto.
La verdadera fuerza reside en la autoconfianza, en la integridad y la fuerza vital, para ello es necesario un espiritu indomable que no se rinda ante las dificultades.
En el curso de la vida podríamos cometer errores, pero nuestra calidad como seres humanos no va a estar determinada por el hecho de cometerlos o no, sino mas bien por nuestra capacidad de enmendarlos y superarlos. Si te dices a ti mismo que eres un inutil entonces habras sufrido una verdadera derrota.
El sentimiento de la autoestima se desarrolla cuando uno tiene el valor y la responsabilidad de decir lo que le parece erróneo y posee la fuerza necesaria para resolver conflictos. Esto implica iniciativa y creer en el propio potencial.
Para llevar nuestras vida adelante con determinación es importante adquirir una gran autoconfianza.
La verdadera fuerza es la fe en uno mismo.
1 comentario:
tienes razon, y es cierto, la autoconfianza nos lleva a progresar como personas, sabes una cosa, yo se que los malos recuerdos se quedan por siempre,nos hacen mas fuertes y asi crecemos como personas...
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